Hace más de un mes que no posteo nada. Durante estos 30 días muchas cosas pasaron. Rendí el bendito examen de alemán y me saqué un 98/100. Yo, perfeccionista como siempre, me reproché a mí mismo los errores que cometí y que me restaron 2 puntos. Mi mujer con una mano en la cabeza diciendo «con quién me fui a casar» se conformó con que haya aprobado para así aplicar para la visa.

Después de idas y venidas con papeles, legalizaciones, traducciones y fotocopias, un martes gris y lluvioso fuimos a la embajada alemana en Buenos Aires. Creí que todo el proceso iba a ser como un cuadrado perfecto y burocrático, bien alemán, pero todo se desmoronó al ver a la señora que nos atendió comiendo una medialuna en frente nuestro (muy a lo «empleado público» argentino). El proceso en sí fue relativamente fácil, lo complicado es armarse con todos los papeles y cumplir con los requisitos que te piden (fotocopia aquí, traducción allá, etc.). En mi próximo posteo voy a escribir paso por paso qué papeles y a dónde ir para aplicar para una visa de reunificación familiar para Alemania. Aclaro que es solamente para reunificación familiar porque los requisitos para los otros tipos de visas son distintos.


Mientras estamos a la espera de la aprobación (o no) de la visa, en mi pasaporte descansa un sello de la embajada alemana diciendo «ojo, este pibe ya aplicó para una visa D (de larga duración), si se la rechazamos y si aplica para otro país de la EU, fíjense qué onda porque a este acá no lo dejamos entrar». Este escrache no hace más que recordarme que soy un pobre sudaca que anda pidiendo que le abran la puerta del viejo continente para mendigar unas monedas. Ay... (suspiro), si tan solo las cosas acá fueran un poquito más fáciles y más accesibles.

Tengo dos sentimientos en mano. El primero es el de alivio al saber que se terminó la burocracía de papeles al menos por un par de meses (una vez que llegue allá comenzará de nuevo ya que la visa que me otorgarían dentro de un tiempo es válida solamente por 3 meses). El otro sentimiento es el de saber que el viaje ya es inminente, que cada día se avanza un poco en los preparativos y el tiempo hace la cuenta regresiva. Me siento triste y a la vez con las manos atadas. Está mal compararse con otra gente, ese es un error en que, creo yo, todos los seres humanos caemos, pero les juro, les juro que a veces es imposible no ver al costado y decir «¿por qué me pasan las cosas a mí?». 

Con 25 años creo que pasé por experiencias que no deberían haber sucedido a mi corta edad. Sentimientos de responsabilidad, culpa, mucho odio e ira yacen en mi lado oscuro y son muy difíciles de olvidar o de dejar a un lado. No soy una persona mala, soy un ser humano y tengo mis errores y actitudes por mejorar pero creo no haberle hecho mal a nadie ¿Por qué entonces mi vida está patas para arriba? Y ¿por qué aquellas personas que, en teoría me estiman, me han dado el espaldazo más grande de mi vida en un año terriblemente malo para mí? Podría dar nombres, justamente para escracharlos virtualmente, pero ¿por qué hacer algo que no te gustaría que te hagan? Solo digo que no se salvó nadie: ni familiares ni amigos.

Ir a Europa y empezar desde cero suena fantástico, pero ¿realmente es tan fácil como suena? ¿Acaso si uno no cierra los capítulos del pasado, los fantasmas no seguirían dando vueltas? ¿Acaso es tan fácil olvidar tus orígenes, tus raíces y adaptarse a algo que creés que nunca serás?

Solo el tiempo dirá.

2 comentarios:

  1. Hola, yo estuve a punto de hacer tooodo lo que estas haciendo pero para ir a dinamarca, de hecho, estuve allá hace casi un año atras. Estuve en una situación muy en particular con una danesa que no viene al caso, pero con los 30 años que tenia entonces me hacía las mismas preguntas que te haces ahora. Aprovechá la oportunidad que te dá alemania, en dinamarca son duros con los inmigrantes y tienen mucho mas requisitos y pabadas para hacer un papel. Hay formas para que un sudaca haga papeles o haga una reunificacion familiar pero esos puntos lo tienen escondido y solo lo tienen en su idioma, justamente para que los que quieran entrar al país se encuentren con muchas trabas. Por lo poco que leí (porque recien me engancho con tu blog), ya sabes hablar en alemán y eso es bueno. No tengo entendido si ya estas en alemania o seguis en argentina pero aprovechá la oportunidad que te dá la vida. Yo cometí el error de volver a mi paisito (léase con vos de desprecio) y estoy muy arrepentido.

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  2. Todavía no me fui. Estoy viajando a finales de junio. Positivo estoy sobre cómo las cosas se van a dar allá, en el fondo va a depender de mí ponerle la onda o no para que las cosas se cumplan. Sé que va a ser difícil al principio y que la vida como expatriado no va a ser fácil pero confío en que la situación allá, en todo sentido, va a ser más estable. Espero que la experiencia me abra la cabeza y también me ayude a entender más a mi muchacha ya que aún hay brechas culturales que acortar.

    No habría necesidad de irse si las cosas acá hubiesen funcionado bien y lo peor es que ni siquiera es por cuestiones económicas. Tengo la suerte de que a mi mujer le gusta el país, el idioma y que se siente a gusto con algunos aspectos de nuestra idiosincrasia (con otros aún hay roces jajaja) pero también es sabido que la vida (con todo lo que implica) del que está en su país afecta en todo a la pareja que viene de afuera, especialmente cuando se es responsable por él/ella. En mi caso muchas cosas no estuvieron bien: entre que perdí mi trabajo, me casé, mi vieja no se portó muy bien con respecto a la relación que tengo, mi padre ausente en todo momento y amigos que consideraba de fierro y que no lo fueron cuando más los necesité se convirtieron en un cocktail que me tiró abajo a mí y por consiguiente a ella. Y bueno, eso sumado a otras cosas más derivó en la decisión de partir y quedarnos por un tiempo largo. Aprovechar que estaremos allá y que ella pueda estudiar en su país y en su idioma y prepararnos para un eventual regreso (ojalá) a una Argentina distinta, pienso yo, que en el medio te tocará vivir a vos ;)

    Mi gran problema hoy en día es manejar el tema de la culpa que tengo al irme, especialmente por mi vieja que se queda sola (soy hijo único) y no sé qué va a hacer, a dónde va a ir ni si me padre la seguirá manteniendo. En fin...

    Te deseo el mejor de los éxitos en Argentina y cualquier duda que tengas, consultame! Creo que ni viviendo toda mi vida en Alemania, China o donde sea olvidaré a mi país y especialmente a mi ciudad.

    Saludos!

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