FECHA REAL: 21 de junio de 2012 (23 hs CET - Hora central europea)
Pasaron meses desde que tomé la decisión de venir acá. El tiempo pasó rapidísimo y como siempre quedaron «allá »cosas por hacer y situaciones por resolver.
No sé si estoy triste o contento. Creo que es una mezcla de ambos pero que todavía no sé exteriorizar realmente bien. Como la primera vez que vine acá todo me fascina. Ir al supermercado, pedir algo en algún negocio, leer los carteles o las revistas en otro idioma, etc. Es una fascinación por lo nuevo que tarde o temprano va a terminar abrumándome ya que en el fondo el cambio cultural es realmente grande.
Sigo un poco desorientado. Falta media hora para las 11 de la noche y aún no anocheció. No estoy cansado y mi mente me dice que recién son las 6 de la tarde y tengo hambre.
Las banderas de Alemania flamean en casas y autos. Es raro teniendo en cuenta que el sentimiento patriótico y nacionalista se encuentra muy reprimido por estos pagos dados los hechos más que conocidos de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo resurge cuando el equipo de fútbol nacional juega, y esta vez no fue la excepción. 4 a 2 le ganó Alemania a Grecia, otro golpe bajo a la ya poca moral que le queda a los griegos por estos tiempos.
El fin de semana se acerca y me va a permitir recobrar las energías robadas por el viaje como así también asentarme al «verano» y a la diferencia horaria que está haciendo estragos en mí. El lunes comienza de nuevo la vorágine y la burocracia alemana, emparentada con la argentina, me espera con las puertas abiertas.
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